Verdaderos mecanismos que ayudan a fortalecer el tejido social son la participación y el compromiso de la comunidad. Cuando implementamos proyectos comunitarios es muy importante contar con la participación activa de los residentes. Esto se logra a través de una planificación intencionada que integre las voces comunitarias como herramienta principal. De esta manera, la culminación del proyecto puede ser más exitosa y la ciudadanía se puede apropiar desde la planificación hasta la puesta en marcha. Esto resulta en la transformación del espacio comunitario. Incluso, las comunidades que tienen algún tipo de organización saben que para alcanzar óptimas condiciones para su entorno tiene que haber compromiso de la comunidad.
Evidentemente, la integración de la comunidad en la formulación, ejecución y seguimiento de un proyecto es clave. Asimismo, implementar mejores prácticas que fomenten la participación y la vinculación de instituciones y stakeholders a nivel público y privado. Mientras más sectores sociales participen, mejor.
Consejos para facilitar las reuniones y fortalecer el compromiso de la comunidad
Una manera en que se puede fortalecer el compromiso de la comunidad es en las reuniones comunitarias. Cuando la comunidad se reúne, se debe generar un espacio donde, además de fomentar las relaciones, se enfoque en acciones y resultados.
Algunos consejos para mantener este enfoque son:
Crear un entorno ideal para la comunicación, fomentando reuniones donde todas las personas se sientan a gusto y puedan expresarse.
Promover la participación activa en la conversación. Animar a que, incluso las personas más tímidas compartan y expresen sus pensamientos e ideas con todo el grupo.
Fomentar el uso de preguntas para animar a las personas a crear ideas y a participar.
Crear diversas oportunidades para el trabajo en equipo.
Incentivar a que las personas asuman tareas y se comprometan a hacerlas, según se acuerde.
Compartir logros y celebrar las pequeñas victorias.
Animar a los participantes a evaluar las dinámicas de grupo y ofrecer soluciones para mejorar la interacción.
Formas de aumentar el compromiso de la comunidad
1. Crea espacios de apoyo y de toma de decisiones
Son diversos los aspectos que pueden influenciar en un grupo comunitario al momento de apoyar en la planificación y la toma de acciones. Estos son:
Liderazgo: los líderes son las personas que mantienen la dirección. Tienen la visión del grupo clara, la capacidad de escuchar y de relacionarse con otros integrantes del grupo asertivamente. Además, reconocen la importancia del autoliderazgo y del líder multiplicador.
Tamaño y Estructura: las reuniones comunitarias pueden variar en asistencia. No obstante, se pueden hacer reuniones en pleno donde participe toda la comunidad y otras en las que se convoquen solo a aquellas personas que tienen que ver con funciones específicas en algún proyecto.
Organización: si se trata de una comunidad grande, es posible que sea más factible trabajar en subcomités o por cada sector de la comunidad. En el caso de que sea una comunidad pequeña, puede ser más factible hacer una sola convocatoria. Sin embargo, esto no quiere decir que será mas fácil. Hay que conocer las dinámicas que pueden darse para utilizar estrategias que sean efectivas a la hora de aumentar el compromiso de la comunidad.
Diversidad e Integración: es vital integrar stakeholders de diversos sectores y garantizar que participan en alguna medida.
2. Promueve la capacitación (capacity building)
Otra forma de aumentar el compromiso de la comunidad es a través de la capacitación. Esta capacitación debe estar presente desde los comienzos hasta la culminación del proyecto. La capacitación puede ser en diversos temas:
El objetivo principal es mantener a la comunidad informada y transferir conocimiento para que en el futuro no se dependa de agentes externos. Además, la capacitación en el ámbito comunitario:
sustenta una cultura de aprendizaje,
fortalece los conocimientos en diversos ámbitos,
ayuda a desarrollar destrezas y,
puede lograr cambios en actitudes y comportamientos.
3. Crea espacios para ofrecer feedback y evaluar el proceso
La retroalimentación o feedback es esencial, en especial cuando las personas ofrecen voluntariamente su energía y tiempo. Se le debe dejar saber a la comunidad los frutos que están rindiendo las acciones y si hay algo que mejorar. Esta evaluación también incluye, por ejemplo:
si se deben buscar más recursos económicos, físicos o humanos,
si se debe haber mayor representación de los residentes.
Puede resultar intimidante o difícil facilitar sesiones de evaluación por que esto puede incidir en el compromiso de la comunidad. No obstante, hay que recordar que es, precisamente, la evaluación el componente que debe estar presente en todas las fases de los proyectos o iniciativas. Por eso, es útil tener un plan para facilitar estas sesiones y que se puedan producir resultados positivos.
4. Promueve sesiones de lluvias de ideas
La lluvia de ideas es una técnica que ayuda a resolver imprevistos, se anima a los miembros del grupo a contribuir con sus ideas y se generan posibles soluciones. Es una técnica muy útil en la fase de planificación del proyecto y, si se hace intencionadamente, puede incidir en el compromiso de la comunidad.
Existen tres formas comunes de establecer una lluvia de ideas.
1. Espontaneidad: es cuando los participantes de manera aleatoria suelen hacer sugerencias. Dichas sugerencias se registran.
2. Turnos: en este caso cada miembro del grupo toma un turno. A diferencia del espontáneo, se trata de un enfoque organizado y ayuda a que las sesiones no sean controladas por unas cuantas personas solamente. Las sugerencias se registran
3. Boletas: es cuando cada persona escribe de forma anónima sus sugerencias en una boleta de papel.
En conclusión, el compromiso de la comunidad…
Es imprescindible. Permitir que todos los participantes tengan la oportunidad de compartir sus ideas, mantener un ritmo animado en todo el proceso y promover la calidad versus la cantidad es crucial para fortalecer el compromiso de la comunidad. Lograr aumentar este compromiso incide en cómo la visión, misión y propósitos de un proyecto se traduce al espacio comunitario.
No obstante, hay que recordar que el compromiso puede verse de muchas maneras y que, no necesariamente, tenemos que tener sentadas a todas las personas en la misma mesa y al mismo tiempo. De ahí, la importancia de la planificación y de establecer acciones que consideren no solo la mayor cantidad de personas sino también de sectores sociales. De esta manera, se evita duplicar esfuerzos y se potencia la gestión comunitaria.