Cuando las personas forman iniciativas con un fin común o tienen intereses afines hacia un objetivo claro se pueden obtener buenos resultados. Esto es fundamental cuando llevamos a cabo proyectos comunitarios. No es una condición el que todas las personas piensen de la misma manera, pero sí que haya un entendimiento común sobre las prioridades con las que hay que trabajar. Ejemplo de esto es cuando se conforma y se mantiene una coalición comunitaria.
Mi primera experiencia con coaliciones comunitarias fue a través de una propuesta. La implementación de dicha propuesta requería, en primer lugar, la conformación de un consejo asesor que eventualmente se transformó en una coalición. Todo el proceso fue guiado a través del Modelo de Prevención Estratégica.
La experiencia me dice que los procesos varían según el contexto y la “realidad” que vive cada comunidad. Sin embargo, hay unas consideraciones claves que se deben tomar en cuenta cuando ya tenemos una coalición comunitaria formada
Una coalición comunitaria se mantiene a flote de manera exitosa cuando:
Parte de datos confiables
Los datos cuentan. En ocasiones, lo son todo. ¿Por qué? Porque los datos son los que, muchas veces, determinan las prioridades y dónde se ubican los recursos. Mira, por ejemplo, las estadísticas en tu país. Los números son las que dicen, en gran medida, cuánto dinero se asigna para trabajar X o Y problemática. Las estadísticas también determinan las primeras planas en los periódicos (por ejemplo, la pandemia del COVID-10) e influyen en la opinión pública. Por lo tanto, son los mantienen el tema en la palestra pública.
Por eso, es necesario que tengas datos relevantes. Datos que “hablen” sobre la magnitud de la problemática con la que la coalición comunitaria quiere trabajar. Los datos pueden ser cualitativos, cuantitativos o mixtos. Puedes conseguir datos de encuestas, cuestionarios, grupos focales, estudios de necesidades anteriores, ejercicios FODA, entrevistas, entre otros. Estos datos te van a dar una idea de hacia donde deben ir dirigidos los esfuerzos comunitarios y las prioridades. También te van a decir si vas o no por el camino correcto.
Se une a otros refuerzos que tengan el mismo fin
No dupliques esfuerzos. Para ello debes conocer primero los programas o iniciativas que ya existen en la comunidad. Unir fuerzas en vez de trabajar en parcelas y no competir por quien tiene más y mejores resultados ayuda a:
amplificar el alcance y el mensaje de la coalición comunitaria
hacer una buena utilización de los recursos
afianzar la credibilidad de la coalición
promover la movilización comunitaria
fortalecer la participación comunitaria
mantener a la coalición «viva» a largo plazo
Sigue integrando personas claves a la coalición comunitaria
Mantener a personas y entidades claves o “stakeholders” hace aun más valiosa la coalición. ¿Por qué? Por varias razones que aquí te cuento:
da credibilidad al proyecto. O sea, la comunidad sabe que la coalición va en serio
puedes incluir diversos sectores sociales dentro de la comunidad hasta organismos gubernamentales
se promueve la diversidad de opiniones
se incluyen las voces comunitarias y se promueve la representación de cada una de ellas
Establece un plan
Tiene que haber un plan. Con una coalición comunitaria no se puede improvisar y menos si quieres mantenerla a flote durante mucho tiempo. La planificación te ayudará a:
guiar las acciones
monitorear las acciones y los resultados
diseñar mecanismos para fiscalizar y evaluar
rendir cuentas
mantener la transparencia
contestar las preguntas difíciles
Fomenta e incentiva el liderazgo al interior de la coalición
Fomentar el liderazgo dentro de una coalición comunitaria puede generar mucha más fuerza, y al mismo tiempo, mayor estabilidad a largo plazo. Los esfuerzos comunitarios requieren una visión compartida y es por eso por lo que lo ideal es que el liderato no recaiga en una sola persona como muchas veces suele suceder. Para promover y mantener el liderazgo en una coalición comunitaria:
capacita y transfiere conocimiento
asigna roles
deja que las personas hagan. Hacer es la mejor forma de aprender.
En este punto no solo me refiero al líder que comúnmente la comunidad identifica. Sino también al liderazgo juvenil.
La coalición también se mantiene a flote cuando:
Lleva a cabo reuniones estructuradas y con sentido
Tener reuniones que tengan una buena estructura de los puntos que se van a discutir ayuda en el cumplimiento de los objetivos y mantiene a los integrantes de la coalicón activos. Es necesario que haya una agenda definida y que la persona que facilite tenga ciertas destrezas, entre ellas:
saber escuchar
saber validar los comentarios y opiniones de los integrantes de la coalición
sintetizar la información
Además, es importante que haya espacio para que las personas se sigan conociendo entre ellas y compartan impresiones. Proveer este espacio fortalecerá la coalición y el sentido de pertenencia aumentará. Esto también e garantiza que la coalición va por buen camino.
Incentiva el voluntariado dentro de la coalición comunitaria
Es necesario incentivar el voluntariado dentro de la coalición para que haya más personas involucradas. Esto ayuda a:
darle más fuerza y visibilidad a la coalición
dividirse las tareas
amplificar el mensaje
unir más voces comunitarias
promover el compromiso
Mantiene los canales de comunicación abiertos
Es vital mantener los canales de comunicación abiertos. Esto incluye el que los integrantes de la coalición comunitaria no se sientan cohibidos de dar sugerencias o recomendaciones. Igualmente, que se sientan con el derecho de cuestionar y problematizar los asuntos que se discuten. Es vital que se sientan escuchados y validados. Pero esto no puede ser de la “boca para afuera”. Es decir, las personas deben sentir que, si dan su opinión, ésta además de ser validada será realmente tomada en cuenta. Recuerda que la coalición comunitaria es un esfuerzo colectivo.
Para concluir, mantener una coalición comunitaria a flote...
requiere tiempo y mucha perseverancia. No es un proceso que se da de la noche a la mañana. En gran medida va a depender de cuanto conocemos la comunidad, cuanta credibilidad tenemos, cuan necesario se percibe que es el esfuerzo y cuan dispuestas están las personas a apoyarlo.
Lo importante es ser consistentes y transparentes. La comunidad sabe cuando somos o no genuinos. Por eso, si formas una coalición comunitaria y quieres mantenerla a largo plazo, involucra la mayor cantidad de personas y házlas parte de los procesos y de la toma de decisiones. Utiliza un lenguaje sencillo y , sobre todo, promueve su participación activamente. Mantener una coalición en el tiempo es casi tan complicado como formarla. Lo único diferente es que en vez de buscar las personas para que «formen parte de» tienes que mantenerlas motivadas para que quieran «seguir siendo parte de». Por eso, lo verdaderamente complejo no es traer las personas a la mesa, sino mantenerlas.
Y tú, ¿tienes experiencia con coaliciones comunitarias? Cuéntame en los comentarios.
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