Trabajar proyectos comunitarios siempre es un reto. En primer lugar, porque influye el contexto tanto histórico, social y político como cultural. Segundo, por que se trata de establecer y mantener relaciones. Y las relaciones pueden ser complejas. Para que aumentes tus posibilidades, te muestro algunas claves que me han funcionado a la hora de implementar un proyecto comunitario exitoso.
Ya sabes que no hay recetas, ni atajos en el trabajo comunitario. De hecho, hay muchas más maneras de lograr un proyecto comunitario exitoso, pero éstas son las que me han funcionado y dado excelentes resultados en los 15 años+ que llevo implementando proyectos. El orden en que aparecen las claves no corresponde a algo en particular. Al contrario, todas son igual de importantes.
Claves para hacer un proyecto comunitario exitoso
Lluvia de ideas comunitaria
Hacer una lluvia de ideas comunitaria es algo que puede ayudarte muchísimo ya que da pie a establecer metas en común. Conocer las ideas de las personas que integran la comunidad da cabida a nuevas perspectivas y, a su vez, a diversas opiniones. Cuando escuchamos lo que las personas tienen que decir podemos conocer sus necesidades, sus deseos para la comunidad, los disgustos que tienen, cómo pueden aportar al proyecto y cuáles dificultades experimentan, entre otros. Es vital llevar a la práctica el que la comunidad sea el centro de control tanto de las acciones como de las decisiones que se toman.
Recopilar datos
Para recopilar datos se pueden usar tanto herramientas cualitativas como cualitativas. Por ejemplo, a nivel cualitativo: historia oral, entrevistas, análisis de artículos y grupos focales, entre otros. A nivel cuantitativo se pueden usar cuestionarios y encuestas, por ejemplo. Para mí, lo ideal es utilizar los métodos de manera combinada. Otra herramienta que es formidable para recoger datos es el FODA. Y ahora que todo está tomando un giro hacia la virtualidad predominantemente, es una excelente oportunidad para integrar la tecnología en la recopilación. No obstante, recuerda: recopilar datos para luego no utilizarlos, no es para nada ni deseable ni, mucho menos, una buena práctica.
Incentivar el liderazgo
El liderazgo es otra clave muy importante dentro de un proyecto comunitario exitoso. Un proyecto comunitario no solo depende de la persona que lo dirige, al contrario. Los proyectos comunitarios deben contemplar la acción colectiva, no solo la individual. Cuando se trabaja en equipo se pueden delegar y distribuir las tareas de manera que no dependa de una sola persona. A la vez, las personas aprenden nuevas destrezas y habilidades, asumen responsabilidades y se hacen cargo cuando es necesario. También se propicia el que las personas más jóvenes puedan fortalecer su liderazgo. Ese es el caso de la participación juvenil.
Definir bien en qué consiste el proyecto
Tener claro en qué consiste el proyecto es clave. Si no, vas a estar dando “palos a ciegas”. Y esto no es bueno ni para ti ni para la comunidad ya que las personas pueden creer que no sabes lo que estás haciendo y perder confianza. Para esto, un plan de acciones es clave y en la medida de lo posible, un modelo lógico. Un modelo lógico es una representación visual del proyecto. Con esta herramienta se te hará relativamente fácil transmitirles a otras personas y a los stakeholders el proyecto, de lo que trata, las metas y objetivos principales.
Tener objetivos claros
Tener objetivos claros permite trazar rutas concretas para poder alcanzarlos. Asimismo, motiva a otros a participar y a involucrarse. De esta manera, se van a sentir que están formando parte de algo importante y necesario. La motivación debe mantenerse a lo largo de todo al proyecto, no solo al inicio. Y algo clave para esto es celebrar las pequeñas victorias. Como siempre digo, lo necesario no es que la gente llegue, es que se mantenga. Y la gente, más que todo, es lo que hará que el proyecto comunitario sea exitoso.
Ser competente culturalmente
No todas las comunidades son iguales. Esta unicidad es lo que hace que tomemos en consideración diversos elementos a la hora de implementar proyectos. Desde la población hasta las actividades que llevan a cabo. Para atender las necesidades de manera asertiva, es importante considerar los recursos existentes y, sobretodo, que la competencia cultural sea el principal referente. Esto quiere decir en palabras sencillas que no se puede pretender que lo que funciona en una comunidad funcione exactamente de la misma manera en otra.
Más claves para tener éxito en tu proyecto comunitario
Pedir feedback
El feedback siempre es necesario. Esta herramienta te permite conocer los errores cometidos, así como las áreas de oportunidad. Cuando otras personas participan de un proceso de feedback – evaluación, están aportando nuevas perspectivas para que se puedan obtener mejores resultados. Sin embargo, quien ofrezca feedback debe tener conocimiento del tema. Y no todo el mundo cumple con ese requisito.
Hacer un seguimiento continuo
Hacer un seguimiento continuo hará que podamos estar al tanto de todo lo que pasa en el proyecto. Esto implica estar al tanto de las estadísticas del proyecto, pautas de desarrollo, presupuesto y el proceso en general de todas las actividades. Además, nos permite saber cómo vamos con la línea de tiempo (timeline) y hacer una evaluación honesta de cada resultado que obtenemos, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo.
Identificar los problemas antes de que ocurran y tomar acción
Identificar los problemas antes de que ocurran es otra de las cosas que siempre es recomendado hacer para lograr un proyecto comunitario exitoso. Esto puede ayudarte a evitar cualquier tipo de situación que pueda perjudicar al proyecto y, a largo plazo, a la comunidad si no se atiende como es debido. Por eso, la importancia de hacer el seguimiento que te mencioné en la clave anterior. Más vale prevenir que tener que remediar.
Llevar a cabo reuniones eficientes
Es necesario que cada reunión sea eficiente. La agenda debe estar clara y los puntos a discutir también. La persona que sirva de facilitadora debe tener experiencia manejando asuntos colectivos. Esto implica que esta persona debe poder manejar asertivamente las conversaciones o discusiones que puedan surgir, debe asegurar la participación de los asistentes, debe saber escuchar, asegurar que se discuten las prioridades y no inclinarse a formar “bandos” o “grupos contrarios”.
Manejar imprevistos
En ocasiones, es necesario modificar la planificación durante el proceso ya que pueden ocurrir imprevistos. Esto va a tono con lo que mencioné sobre identificar los problemas antes de que ocurran. Sin embargo, en el trabajo comunitario hay muchas situaciones que no vamos a poder controlar por más que queramos. Y eso está bien–no hay que saberlo todo. Hay muchas cosas que aún no se escriben en los libros. Si ocurre algún imprevisto lo mejor es ser transparente y hacer una consulta con la comunidad y los stakeholders. Esto evitará malentendidos y muchos dolores de cabeza más adelante.
Conocer la historia de la comunidad
Para empezar, no podemos llegar de paracaídas a la comunidad. Mínimo tenemos que conocer la historia de la comunidad y los eventos importantes que han ocurrido en ese espacio. Si bien es cierto que para lograr un proyecto comunitario exitoso hay que recopilar información, datos e integrar las voces de la comunidad no es menos cierto que nos corresponde hacer lo propio, leer y hacer que las personas nos conozcan.
Tener actitud curiosa
Una clave que nunca me ha fallado es ser curiosa y mostrar genuino interés por la comunidad y por la gente. Cuando trabajas en comunidad, la genuinidad se te nota y la gente lo sabe. Si lo haces porque no tienes otra opción, la gente se va a dar cuenta. Si vas a ser ave de paso y no marcar la diferencia, también se darán cuenta.
Establecer alianzas
Otra clave importante es establecer alianzas y evitar la duplicidad de servicios. Esto es imperativo por varias razones: para maximizar recursos, para trabajar de manera socialmente responsable, para promover la sustentabilidad y, sobretodo, para asegurar que el alcance de los servicios llegue a la mayor cantidad de personas posible.
Para concluir,
Cada una de estas claves, te ayudarán a tener mejores resultados y hacer del proyecto comunitario uno exitoso. Vuelvo y digo: no hay recetas, ni atajos en el trabajo comunitario. Aparte, el éxito es relativo. Esto quiere decir que no tienes que implementar un mega proyecto para que sea exitoso. En mi caso, he podido experimentar el éxito en diferentes instancias. Desde celebrar una reunión con 5 personas hasta movilizar coaliciones comunitarias. También he experimentado frustraciones, cansancios, decepciones, pero eso no me detiene. Al contrario, sigo persistente, defendiendo lo que creo e impulsando proyectos que generen cambios y marquen la diferencia.
Cuéntame, ¿Cuál ha sido tu experiencia?
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