Parte 1 de 3
Atraer participantes es uno de los mayores desafíos cuando se implementa un proyecto comunitario. Hacer que las personas se interesen y quieran participar es no solo retante, si no que requiere de mucha creatividad y persistencia. Los participantes son la columna vertebral de los proyectos, por eso el sentido de pertenencia y el “engagement” son tan importantes.
En la primera parte de este tema, te hablo sobre los elementos claves, las razones por las cuáles un proyecto comunitario no tiene el éxito que tú esperas y cómo puedes determinar el tipo de participante que va a beneficiarse.
¿Cómo atraer participantes y generar un mayor impacto del proyecto comunitario?
Una comunicación adecuada, así como la promoción y divulgación consistente de los servicios que ofrece el Proyecto son algunas estrategias que invitan a la participación. Tenemos que saber cómo “llegarle a la gente” ya que, en ocasiones el tipo de convocatoria es decisivo para lograr que las personas participen o no. Y esto, definitivamente, incide en que las metas y los objetivos se alcancen totalmente, se alcancen a medias o no se alcancen.
Atraer a las personas a quiénes está destinado el proyecto (beneficiarios), en la gran mayoría de los casos, no es una tarea fácil. Esto depende de elementos como los siguientes:
Población a la que va dirigida el proyecto. No puedes usar exactamente la misma manera para convocar niños que para convocar a adolescentes o envejecientes.
La ubicación de comunidad (sentido geográfico). Por ejemplo, no es lo mismo si es una comunidad abierta como una barriada donde puedes ir casa por casa promocionando el servicio a ser una comunidad cerrada como una urbanización con control de acceso donde hay que solicitar permiso para entrar.
La modalidad de los servicios. Por ejemplo, si los servicios los vas a ofrecer de manera presencial o de forma virtual
Razones por las que el llamado a los beneficiarios de un proyecto comunitario puede no ser exitoso:
Un proyecto comunitario puede no tener éxito por muchas razones y muchos factores. Algunos de ellos son:
La convocatoria se concentró en una localidad en particular: En ocasiones, por falta de tiempo o recursos, la información solo llega a lugares específicos. Esto hace que la posibilidad de participar y de beneficiarse sea de únicamente de las personas que se enteraron.
Lenguaje muy complejo: También puede ocurrir que las palabras utilizadas en el mensaje hayan sido muy “de domingo” o “demasiado académicas” por lo que no se entendió o comprendió bien la información o el beneficio que la persona tendría si es parte del proyecto comunitario.
Uso de los medios de comunicación inadecuados: A veces, los medios para convocar que se utilizan no son los apropiados y/o no hay una estrategia de divulgación definida. Por ejemplo, los “flyers” u hojas sueltas no son efectivas en todas las poblaciones. Lo mismo pasa con las redes sociales. Si la población a la que va dirigido el proyecto no utiliza o no conoce bien como funcionan las redes sociales no te servirá de mucho promocionarlo en ese canal. Lo mismo pasa si promocionas en una red social que no es la que acostumbran a utilizar las personas que quieres impactar.
Ejemplo: en un proyecto que coordiné, la población objetivo eran los comerciantes. Para que les llegara llegara el mensaje de la campaña de mercadeo social que estábamos implementando tuvimos que hacer anuncios en las emisoras radiales que ellos escuchaban con más frecuencia. Claro está, para conocer cuáles eran las emisoras que escuchaban tuvimos antes que recopilar la información a través de grupos focales y encuestas.
Trabajar una problemática que no es prioridad. Muchas veces, queremos implementar un proyecto para trabajar con una situación social que la comunidad no la reconoce como problema. O que, en ese momento, hay otras problemáticas que son prioritarias. Para asegurarte que realmente estás a tono con lo que quiere la comunidad, lo mejor es que le escuches. Que hagas un estudio de necesidades y recursos.
¿Quiénes son los destinatarios del proyecto comunitario?
Los participantes, destinatarios o beneficiarios del proyecto son aquellas personas a quienes favorecerán los servicios. En otras palabras, son las personas a las que están dirigidas las acciones y el plan de trabajo. Estos participantes pueden ser directos o indirectos.
Participantes o beneficiarios directos
Son las personas que se benefician en forma directa con el proyecto. O sea, que reciben el apoyo de manera específica. Un ejemplo de esto son aquellas personas que asisten a las actividades y reciben servicios: charlas, talleres, consejerías, servicios de salud física, etc. Otro ejemplo: en la construcción de una vía de acceso o carretera los beneficiarios directos son todas las personas que se prevé que la transitarán.
Participantes o beneficiarios indirectos
Son todas aquellas personas que, sin ser los principales receptores del proyecto, se benefician del mismo. En el ejemplo de la carretera, los beneficiarios indirectos puede ser cualquier persona de las zonas adyacentes que necesite transitar por allí en determinado momento.
En la segunda parte de este artículo te contaré sobre las estrategias específicas para reclutar participantes. Una tarea compleja, pero necesaria si queremos que nuestro proyecto tenga los resultados que esperamos.
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