Apoderar. Empoderar. Prefiero utilizar Empowement. El concepto empowerment es clave en los procesos sociales. Según Rappaport (1987) citado por Ferre Mora en su trabajo sobre el Empoderamiento, Participación y Sentido Comunidad es el fin último en toda intervención psicosocial en la comunidad. En otras palabras, es el objetivo de la Psicología Social Comunitaria. Partiendo del enfoque de empowerment se facilitan procesos donde la autonomía y autodeterminación de las personas y comunidades son protagonistas.
Lograr procesos de empowerment no es un trabajo sencillo ni rápido, pero existen estrategias que logran canalizar este objetivo de una forma efectiva. El empowerment se da en tres niveles: a nivel individual, a nivel organizacional y a nivel comunitario y aunque todos son igualmente importantes y se interrelacionan, en este artículo me concentraré solamente en estrategias de empowerment comunitario.
¿Cuáles son estrategias de empowerment a nivel comunitario?
Participación social
Sin participación no hay acción social ni empowerment. La participación, a su vez, requiere que los miembros tengan sentido de comunidad, es decir, un sentimiento de pertenencia. Esto es lo que en definitiva logra una conexión emocional que alimenta de energía a la comunidad a pesar de pasar por momentos difíciles. Por eso, tener un propósito colectivo es indispensable.
Priorización de acciones
Ni el dinero ni el tiempo son recursos ilimitados, por eso el enfoque es primordial para que haya acción y resultados en una comunidad. Enfocarse significa jerarquizar las tareas. En otras palabras, priorizar. Para tomar la decisión de cuáles serán esas acciones, es necesario escuchar a la comunidad, saber cuáles son las situaciones que les afectan, cómo les afectan y cómo la comunidad considera que deben abordarse. Querer resolverlo todo y empezar con muchas tareas a la vez puede generar frustración ya que el resultado más común es dejarlas inconclusas y a mitad de camino. Por eso, el enfoque es clave para el empowerment.
Acciones articuladas
No es lo mismo trabajar en una comunidad, desde una comunidad, para una comunidad o con una comunidad. Por ejemplo, no es lo mismo administrar un cuestionario casa por casa en una comunidad por que estás haciendo una investigación y necesitas conocer lo que piensan los residentes y una vez que terminas de recopilar los datos te marchas y no vuelven a saber de ti a hacer reuniones comunitarias frecuentes dónde la comunidad es la que decide las problemáticas con las que quiere trabajar y definir los cursos de acción. No es lo mismo que te vean como el experto o «ave de paso» a que te vean como un colaborador y un facilitador de procesos.
Cada una de estas perspectivas parte de unas nociones y acercamientos específicos. Además, una intervención comunitaria requiere no solo de la participación de los miembros de la comunidad, sino también de la integración de stakeholders clave. Por ejemplo, entidades locales, participación del gobierno a través de funcionarios públicos, empresas privadas, universidades e investigadores. Ciertamente, la integración de estos sectores sociales va a depender de la situación que se quiera trabajar. Por eso, la articulación de acciones en el empowerment es clave. Te recomiendo mis artículos sobre impacto colectivo y estrategias de engagement.
Capacity building
Para lograr empowerment, es importante aumentar y/o fortalecer los conocimientos de los miembros de la comunidad. Durante esta pandemia, el aprendizaje a distancia se ha convertido en una excelente herramienta para la creación de capacidades, ya que la comunidad puede participar en diversidad de cursos y actividades que pueden resultar más inclusivas y en las que se abordan temas que de otra manera no serían accesibles.
Reconocer al Otro
En el trabajo comunitario siempre vamos a encontrar diferencias. Estas diferencias pueden verse en el aspecto económico, en el acceso a recursos y oportunidades de algunos, en los ideales políticos de otros hasta las formas de trabajar. Pero esto no quiere decir que no se puedan tener resultados. Cuando se asumen tareas y responsabilidades y las acciones van encaminadas es importante reconocerlo, agradecerlo y celebrar esas pequeñas victorias. Esto genera confianza, ilusión y fomenta el trabajo colectivo.
Para concluir,
no hay una receta única. Hay muchísmas estrategias para facilitar procesos que lleven al empowerment comunitario. No obstante, las que menciono son algunas que he experimentado. Por lo tanto, reconozco el valor y la importancia de trabajar desde este enfoque. Una comunidad que utiliza estrategias como éstas es una comunidad que, a su vez, tiene individuos y grupos que no se conforman y que están conscientes de su poder, de su nivel de empowerment.
Cada comunidad es particular además de que debemos considerar el contexto histórico, político, social, cultural y económico que se esté viviendo. Nadie «empodera» a nadie. El empowerment al igual que comunidad son conceptos «vivos» y la única manera de experimentarlos es llevándolos a flor de piel.
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