Un verdadero líder es capaz de influenciar en otros de manera positiva para hacer cambios en su entorno y motivarlos a alcanzar las metas tanto individuales como de equipo. Para esto el liderazgo de equipos es clave. Estoy segura que conoces líderes que están más enfocados en el “hacer” y que todo el tiempo están a la carrera buscando resultados.
Me atrevo a apostar que también conoces líderes que se interesan en saber cómo está su equipo, que reconocen el gran valor que las personas aportan y son conscientes de la importancia de hacerlos sentir “parte de”. ¿Me equivoco?
Como líder debes tener en mente unas claves que permitirán, no solo potenciar el autoliderazgo, sino también capitalizar en el liderazgo de equipos y en la forma de liderar a los otros. Y es, precisamente, de esas claves que te hablaré en este artículo.
Claves para potenciar el liderazgo de equipos
Si liderarte no es tarea fácil, imagínate lo que implica el liderazgo de equipos. No obstante, todo barco necesita quien lo guíe y lo lleve a puerto seguro. Por eso es importante que el líder a cargo promueva confianza y cree las condiciones para que las personas no quieran bajarse del barco a mitad de camino.
¿Cómo se hace y qué necesitas??
Influye a través de la comunicación
En el liderazgo de equipos, la habilidad comunicativa es muy importante para influir en otras personas. Es necesario que expreses tus pensamientos con claridad, transmitas ideas y manejes recursos de comunicación de manera eficaz ya sean visuales, auditivos o escritos. Siempre asegúrate de que el mensaje que buscas transmitir sea entendido por las personas como realmente quieres para que evitar malos entendidos.
Sé empático
La empatía te permite colocarte en los zapatos de los otros, es decir, entender las necesidades y miedos que tu equipo tiene o siente que le impide avanzar. De esta forma, podrás buscar soluciones a sus problemas, potenciando el liderazgo de equipos.
Mantén el enfoque
Es necesario que estés enfocado y que no desvíes la atención en el camino o te distraigas para que tu equipo no se quiera bajar del barco. Es fácil que un equipo se disperse, pero tú como líder debes, de manera optimista, recordarle siempre a tu equipo cual es el propósito y por qué están haciendo lo que hacen.
Además,
Reconoce el esfuerzo
Una forma de mantener motivada a las personas a seguir adelante en el liderazgo de equipos es que reconozcas su esfuerzo y recompenses sus triunfos y las pequeñas victorias. Las personas necesitan sentirse valoradas y muchas veces no es suficiente con un buen pago, aunque esto no se descarta (motivación extrínseca). El tener reconocimiento de los otros por el trabajo que se hace resulta muy motivante para seguir adelante y fomenta las motivaciones intrínsecas.
Sé transparente
La transparencia en la información la ejerces cuando explicas a todos por igual la situación que tienen en frente, los obstáculos que se pueden enfrentar, los recursos con los que se cuenta, etc. Si no empleas canales abiertos de comunicación, tu equipo contará con informaciones distintas y esto es terreno fértil para crear desacuerdos y conflictos.
Implementa programas de formación
Todos los equipos de trabajo tienen derecho a mejorar continuamente, de manera individual y como equipo. Para esto debes plantearte la posibilidad de establecer programas de formación para el desarrollo de habilidades blandas (“soft skills”) y técnicas. Las habilidades blandas están relacionadas con cualidades de autoliderazgo como la automotivación, manejo del tiempo, el enfoque y la comunicación. Y las habilidades técnicas están más relacionadas con el trabajo directo de la persona.
Y también,
Promueve los espacios de relajación
El humor, la diversión y el juego son parte del desarrollo del liderazgo de equipos y la compenetración de un equipo. El buen humor hace a las personas más creativas y ayuda a crear ambientes más llevaderos para trabajar. Planifica momentos para relajarse y pasarla bien en equipo. Divertirse también es necesario para crecer.
Desarrolla una cultura de equipo
Las culturas organizacionales son importantes porque permiten tener claros los valores, la visión y la misión del equipo. Una cultura organizacional óptima recuerda sus propios valores antes de tomar decisiones, interpreta su misión cada vez que siente desenfoque y amplía sus sueños de equipo cada vez que lee su visión.
Como líder tienes que saber que rendirse no es una opción. Habrán momentos difíciles, personales y con tu equipo de trabajo, pero un verdadero líder sabe retirarse para conseguir más energía y volver con toda la fuerza y motivación que se necesita para seguir adelante.
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