Uno de los retos más grandes y complejos cuando hacemos proyectos comunitarios es encontrar maneras de seguir «dándole vida» mas allá de las donaciones o los fondos de propuestas que se reciben. Y es que cuando se habla de sustentar proyectos comunitarios, la mayoría de las veces (por no decir todas) pensamos en el componente económico. Nos hemos acostumbrado a conseguir propuestas y no bien se terminan los fondos ya estamos buscando alternativas para solicitar nuevamente. Y no es que esto sea malo. Pero tener un enfoque de sustentabilidad mas allá de lo económico es clave en cualquier proyecto.
La buena noticia es que hay muchas maneras de sustentar los proyectos comunitarios aparte de las propuestas y el componente económico.
¿Qué es la sustentabilidad?
La sustentabilidad hace referencia al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno, es decir, la explotación del recurso por debajo del límite de renovación que tenga. De esta forma, se asegura un trabajo continuo capaz de ser reproducido por la comunidad sin temor al desequilibrio ambiental, social o económico.
La sustentabilidad tiene que verse a largo plazo. Por eso, muchas veces los términos sustentabilidad y sostenibilidad se utilizan intercambiablemente. Lo sustentable es aquello que es sostenible, es decir, que se puede sostener sin agotar los recursos. Y lo sostenible es aquello que, especialmente, en ecología y en economía se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al ambiente. Es por eso que ambos conceptos son utilizados como sinónimos en la mayoría de los casos. Por lo que se podría decir que cuando hablamos de lograr la sustentabilidad en los proyectos comunitarios, hablamos de lograr que los proyectos puedan mantenerse por largo tiempo en una comunidad en términos ecológicos, económicos y sociales.
¿Cómo se «ve» en la práctica?
Mi experiencia con este término surge con un proyecto en el que implementé el Modelo de Prevención Estratégica. Este Modelo es promovido por el Centro de Prevención de Abuso de Sustancias (CSAP por sus siglas en inglés). El MPE consiste en los siguientes pasos:
Capacitación
Planificación
Implementacion
Evaluación
Todos estos pasos se interrelacionan y están enmarcados en la sustentabilidad y la competencia cultural. Específicamente, el tema de la sustentabilidad lo he trabajado más a nivel social en proyectos comunitarios. De hecho, la comprensión de este Modelo en todos sus componentes me ha permitido expandir mis herramientas en Psicología Social Comunitaria.
La sustentabilidad la he promovido en diversos proyectos, incluyendo coaliciones comunitarias, Task Force y con la implementación de prácticas basadas en evidencia.
La sustentabilidad no es solo económica
Lo repetiré hasta el cansancio: la sustentabilidad va más allá de lo económico.
¿Qué más puedo hacer para sustentar mi proyecto?
Primero lo primero. La sustentabilidad en los proyectos comunitarios tiene que trabajarse desde el inicio. No puedes esperar a que se esté terminando la propuesta o el apoyo económico para entonces comenzar a pensar en cómo sustentar los esfuerzos. Esa no puede ser la norma.
Otras maneras de sustentar los esfuerzos son:
estableciendo alianzas y colaboraciones con diversas entidades. La articulación entre los diversos sectores y stakeholders que participan del proyecto comunitario es imprescindible. Por ejemplo, la articulación entre la comunidad, el gobierno y otras entidades es una vía que se tiene para lograr acciones sustentables.
capacitando a la comunidad en diversos temas (capacity buiding) y trabajando mano a mano con ella. Para que un proyecto sea sostenible socialmente, la comunidad debe involucrarse y capacitarse activamente. Además, se deben fortalecer las habilidades blandas o soft skills para permitir el desarrollo de un ambiente armonioso y con buenas relaciones interpersonales.
sometiendo propuestas para complementar esfuerzos que ya se están llevando a cabo. En otras palabras, diversificación de fondos.
sustentando uno o dos componentes. No, necesariamente, se tiene que sustentar el proyecto en su totalidad. Por ejemplo, yo lideraba un Task Force y, aunque el grupo como tal se disolvió, hubo entidades que se encargaron de continuar algunos esfuerzos que ya venían haciéndose.
Además,
La responsabilidad consciente de lo ecológico es necesario que esté presente en todos los proyectos que se planifiquen con la comunidad. Por ejemplo: el cambio de energía a una más limpia, el ahorro del agua, el reciclaje de la basura inorgánica, proyectos de basura biodegradable, la agricultura ecológica, el ecoturismo, entre otros.
¿Qué pasa si no logro sustentar mi proyecto?
No pasa nada. El mundo no se va a acabar y tampoco tienes que sentirte culpable. PERO si ya estás llevando a cabo un proyecto, comienza a pensar desde ya en cómo sustentarlo a largo plazo. Muchas veces, grandes proyectos se terminan por que el enfoque es lo económico y no capitalizamos en las relaciones o en las oportunidades de establecer alianzas y colaboraciones con otras entidaes que tienen visiones afines a las nuestras. Y es una pena que nos privemos de ofrecer servicios o hacer grandes cosas solo por que no contamos exclusivamente con el apoyo económico.
Por eso, la sustentabilidad requiere un cambio de paradigma. Y este cambio de paradigma requiere no solo de diversificar fuentes de fondos (llevándolo a lo económico) si no también de dejar de trabajar en «parcelas» para comenzar a pensar colectivamente.
Esto me lleva a otro asunto que tiene que ver con las fuentes de fondos y es que, muchas veces, por temor a cerrar operaciones preferimos ajustarnos. Y con esto me refiero a ajustar nuestros programas o servicios a los requisitos de la propuesta para entonces poder competir.
Y aquí veo dos issues.
El primero, la posibilidad de poner a un ladito la visión, misión y valores de mi organización para «jugar el juego» y ajustarlos cada vez que quiero someter a una fuente de fondos.
Y, el segundo, la insistencia en someter proyectos individuales que promueven competencia entre entidades en vez de llevar a cabo acciones colectivas.
En conclusión,
Lograr la sustentabilidad a largo plazo debe ser una prioridad y una de las mejores prácticas en cualquier proyecto comunitario. Algo clave es que la sustentabilidad debe pensarse desde el inicio del proyecto y hay que asumirla como algo recurrente a través de todo el proceso. Igualmente, hay que tener claro que se requiere de mucha paciencia, pensamiento estratégico y manejo de relaciones. Además, de que es necesario integrar diferentes aspectos ecológicos, económicos y sociales.
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